Larga espera
en un tiempo que no me pertenece,
vana espera en largas mañanas,
densas, de una materia extraña.
Deseo intenso de oír su voz,
sonido que rompe el tiempo inmóvil,
abre mis caminos abruptos,
los transmuta en senderos amables.
Silencio de ausencia,
la espera se incrusta en mi mente,
lo gris envuelve todo a mi alrededor,
la certeza de que no veré,
tampoco este atardecer, sus ojos,
el universo que me abre su mirada,
completa la oscura espiral,
se rompe el día,
vuelve la noche profunda.
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