POESÍA CONFESIONAL * Aquí resuena subterránea, la voz de mis demonios, ecos de sombras del pasado, sonidos de la oscuridad de un futuro que nunca llegará, dolor del presente inexistente siempre habitando la sangre, mordiendo los sentidos. Por encima de la oscuridad se impone un mundo nacido de los sueños, construido con manos amorosas, un bosque habitado por seres mágicos, un universo sin sombras ni dolor, un mundo alojado en la profundidad de una mirada sin límites. Escribo sobre este mundo, hecho sobre todo con la materia de los sueños de un ser que nació poema y se convirtió en mujer. También describo las sombras que habitan a los seres humanos, sus demonios, su dolor, sus pesadillas, la oscuridad, como una forma de mantenerlos alejados, prisioneros en su noche eterna.

sábado, 25 de abril de 2015

Buscándote...



Camino por mi bosque umbroso

donde mis pies son acogidos

por un musgo inmaterial, leve...

intento oír el susurro

de tus pies ligeros entre los árboles,

la lluvia fina de tu perfume

en mi cara, en mi piel...

se me ha extraviado tu voz, tu risa,

no arde en mi tu mirada...

seguiré tejiendo la vida,

con suaves hilos de ternura,

recogeré frágiles gotas de rocío,

perfumadas de amanecer,

atraparé luz de luna en mi mirada,

cada noche;

para arroparte,

envolverte en tiernos aromas,

iluminar de suave luz tus sueños,

cuando estemos otra vez,

en este bosque milenario,

las almas entrelazadas,

los cuerpos anudados.





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Luz

Leo las señales,
que nacen bajo la tierra
como luces nocturnas, mortecinas,
anuncian peligros,
amenazan oscuridad,
las elimino una a una,
con violencia calculada...
a pesar de todo continúo el camino,
sin mirar atrás,
al fondo de todo,
donde la oscuridad
solo es rota
por una antigua y fría
luz solitaria.















viernes, 3 de abril de 2015




Soñando mundos

El viento turbio y negro
dibuja espirales
una y otra vez
sobre conocidos lugares,
temidos y odiados,
mientras,
tu me sobrevuelas,
salvándome de la oscuridad;
sueño mundos para ti,
infinitos, llenos de luz y fuego,
de sangre y vida,
que sostengan tu vuelo,
que protejan tu lúcido sueño.




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