Viaje interminable a mis miedos,
con la mirada de un niño,
ese que dejé asustado,
en medio de la noche dormida,
temblorosa, sembrada de dudas.
Oscuridad larga, densa,
habitada por seres lejanos
cuya luz apenas nos ha rozado
alguna vez, perdida ya en el tiempo.
Tremenda soledad nocturna,
rota por un sobresalto;
luego, la quietud, el sueño,
al compás de tu mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario