Pérdida
Se me perdió tu risa;
me encontré caminando,
sobre tristes piedras, frías,
busqué en los recodos de tu voz,
en el mar de tus ojos,
...me extravié, entre viejos ecos,
entre recuerdos náufragos...
.
POESÍA CONFESIONAL * Aquí resuena subterránea, la voz de mis demonios, ecos de sombras del pasado, sonidos de la oscuridad de un futuro que nunca llegará, dolor del presente inexistente siempre habitando la sangre, mordiendo los sentidos. Por encima de la oscuridad se impone un mundo nacido de los sueños, construido con manos amorosas, un bosque habitado por seres mágicos, un universo sin sombras ni dolor, un mundo alojado en la profundidad de una mirada sin límites. Escribo sobre este mundo, hecho sobre todo con la materia de los sueños de un ser que nació poema y se convirtió en mujer. También describo las sombras que habitan a los seres humanos, sus demonios, su dolor, sus pesadillas, la oscuridad, como una forma de mantenerlos alejados, prisioneros en su noche eterna.
Abismo
El tiempo se detiene,
detrás de un opaco cristal,
cae la noche
con sus oscuros versos
nuestros cuerpos,
heridos de amor
yacen quietos, latiendo al compás
de sueños compartidos.
Desde lo mas profundo de ti,
coloreas mi vida,
dibujas un sendero claro,
en la espesura inmensa
de mi bosque alucinado,
caigo lentamente en ti, mujer abismo,
muero dulcemente,
entregado al placer de la caida,
no hay final donde estrellarse
ni afiladas aristas en el camino
que puedan desgarrar el alma,
caida al abismo sin retorno,
caida inevitable...a la vida
oyendo solo el leve sonido,
susurro casi mudo,
del batir de tus alas
.
Tus palabras
…
…
Entrelazados
*
Giro, bailo,
en la distancia cercana
que nos une, nos abraza
bailo con pies nuevos,
con nueva vida,
una vida nueva que se acerca,
se aleja, juega con nosotros,
en una danza nupcial
de aves ebrias
en vuelo enloquecido.
Giro y bailo,
sin distancias,
mi alma gira,
se ciñe a tu cintura,
adivinada, presentida, recordada,
que contuve una vez
entre mis adolescentes manos,
bailando, girando,
al compás de una música suave,
en una penumbra vibrante,
envueltos en el calor
de nuestros cuerpos...
entrelazados.
…
Nada mas un instante
Vestida de noche
recorres laberintos imposibles
vuelas en círculos
en una niebla de sueños
recorres en tu mente
caminos espirales
vuelo vibrante, veloz
te aparta de mi, te aleja
Distante...
Solo, en un parque soñado
como imagen de un libro abandonado
traspasado por el tiempo
sentado en un banco
espero que durante un instante
te sientes serena a mi lado....
nada mas un instante.
.
Tu, mi jardinero...
Conjugo mi verso en el tiempo
y pienso en mi rosa dormida
que espera tu mano pequeña
para colorear tanta sombra desteñida.
Han venido todos los vientos
en todas las formas
en todos los instantes
de esta vida mía,
mas no han podido
doblar su tallo,
ni quitarle ninguna espina.
Frágiles han sido mis sueños
como frágiles cada pétalo
de esta flor altiva,
que he cuidado desde siempre
para la llegada del sol
como una lengua amarilla,
y cubrirla de cálidos cuidados
hasta quitarle su desnudez fría.
Cierro los ojos
ante tus labios puros,
no sé si tanto como los míos,
y a veces pierdo la fe
y creo que el amor es menos que la nada,
y que esta espera es mas larga que lo eterno,
que es el último rezago de un suspiro lejano,
de un otoño difunto,
de una mustia mejilla.
Flor de un alarido profundo
aferrada a mi pecho
con fuerza agotada
perdiendo las dulzuras
solo regada con lágrimas y duelos.
Tu, jardinero de mi huerto,
que llegas por ese extraño sendero,
dale vida a esta rosa pálida,
para que se torne rojo fuego,
tan rojo como la sangre,
tan rojo como el tinte de un vino fuerte,
rojo,
como el color del deseo.
Elisa
Danza
Gente, mucha gente , todos girando, revoloteando, como planetas solitarios, errantes, se cruzan ríen, se acercan, huyen, solitarios, siempre solitarios, perdidas partículas, girando, nada puede unirlos, se acercan, se repelen, ríen, saltan, juegan, unidos solo por la noche, oscura, lánguida, infinita, vacía, se precipitan una y otra vez en su loco afán de unión, han sido segregados por la noche y en ella mueren una y otra vez, mordidos, deglutidos por la vida que nunca se detiene y sin embargo siempre se está muriendo; en su agónica búsqueda del amor ajeno, ríen, danzan, juegan a vivir, cambia su rostro una y mil veces, siempre en movimiento, siempre en en el mismo lugar, siguiendo esféricos caminos, laberintos sin fin, ciénagas de pasiones irresolutas, danza interminable de máscaras moribundas, muertas en cada segundo y vueltas a la vida desde la nada, vida dentro de una prisión de muros vulnerables, de infinitos recovecos...el baile de la vida...de la muerte.