Tiempo
perdido
Dónde
está ese tiempo que perdimos
el
tiempo que me perdí
Solo,
siempre solo,
¿o no
es estar solo
estar
alejado de ti?
Qué
extraños lugares habité
de qué
colores tan extraños vestí mi alma,
tan
ajenos ami.
Dónde
estuve,
que
dolores transité,
qué ríos
tuve que vadear,
de
aguas turbias y bravas,
en los
que dejé jirones de mi vida,
que
hirieron de impotencia mis pies
sin
dejarme avanzar,
sin
poder ver mi camino
el que
me conducía a ti.
Tan
lejos, tan cercana, sin saberlo,
separados
tanto tiempo
por un espacio
devenido rocoso
imposible
de traspasar.
Que inmensa
tristeza
paralizó
mis sentidos
cegó
mis ojos
invalidó
mis oídos, desorientados,
que no
captaban la dulzura de tu voz
que me
nombraba en tus sueños.
Fue
necesario cruzar el infierno,
buscar
en ríos de lodo imposibles
hasta
llegar a tierras benignas, hospitalarias
donde
poder pensar
donde
poder pensarte, soñarte
sentir
que podía habitar el otro lado,
sentir
que nunca me fui
que
nunca te alejaste…
un destino mostruoso
vestido
con los ropajes de la muerte
cruelmente
cortó nuestros lazos
desterró
nuestro encuentro.
Nunca
lo supimos,
desde dimensiones opuestas,
nos
buscamos sin saberlo,
nos
intuimos sin saberlo,
hasta
encontrarnos en un sueño
un
extraño y dulce sueño
del que
no despertaremos.
.